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TRAGAR LA DIFERENCIA

Acerca de La digestión del saber. Ensayo de Nahuel Krauss para la Revista Pulpo.  Existe un horizonte  sugerente en el texto de Nahuel Krauss: abre posibilidades y, a su vez interroga sobre la lengua, la lectura y el habla. En primer lugar, Eurípides en Las Bacantes del siglo V ac hace referencia al ritual de devorar el cuerpo del otro. Las ménades son mujeres que en un estado “poseso” se comen al varón que se atreve a espiar la orgía. Para el mundo clásico, el festín báquico, se vinculaba con una “regeneración” de la especie. Es decir, no desaparecía un cuerpo sino que, por el contrario, alimentaba a otro con el fin de subsistir. En la lengua hay también un ejemplo clásico de fagocitación cultural. Se da, a mi entender, en El Quijote de Cervantes del siglo XVII. El Quijote “incorpora” la literatura de caballería, toda su imaginería de combates y de doncellas. Él “lee” la realidad de otro, se apropia de lo ajeno. Hace suyo aquello que nunca le va a corresponder por ser un homb...

LA VÍCTIMA EN CUESTIÓN

La gaviota. Rubén Szuchmacher. Teatro General San Martín. Antón Chéjov reproduce la mordacidad de un sector social en decadencia, actor de una crisis estética ante las nuevas “matrices” del arte. Chéjov introduce una “escena” duplicada que se encastra en la vida real. En efecto, los parlamentos de La gaviota parecen desviar la atención de los personajes sobre lo que les sucede. Ellos recitan los conflictos como si estuvieran encerrados entre bambalinas. Hablan entre ellos en forma esquiva, acuden a la literatura como salvaguarda de sus verdaderas pasiones. No son ellos, son otros los que se agitan en el encierro de una casa de campo.  En dónde queda lo humano? Quizá el hombre real es quién posterga una decisión final y fatal. A la gaviota la extermina el hombre, por puro deporte; el ser humano elige ponerse fin. Aquello que comienza y acaba tiene un “autor” como la misma obra de arte. La gaviota quizá tenga un privilegio: no poder merodear sobre su propio final. El arte también esc...

UNA NOVELA CON PULSO

Los llanos. Federico Falco. 2020 De la misma manera, que nuestro tiempo presente desentierra el pasado con el que nos construimos, vivimos como granjeros. Hasta la ciudad, como un gran espacio artificial, nos permite “cultivar”. La escuela es el primer “tractor” que abre nuestro vacío: ese agujero a través del cual nos arrojan al mundo. No es porque con frecuencia pisamos adoquines y subimos a subtes, estamos alejados de las hortalizas y de las verduras. Cultivamos en los departamentos, en nuestras habitaciones. Cultivar es estar presente frente al otro: es la cultura con la que formamos comunidad. De esa manera, podemos decir que día a día hacemos crecer nuestras vegetales. Falco es minucioso en su plan de escritura, letra a letra, con ritmo pausado pero certero nos cuenta su surco íntimo, su hendidura personal. Falco siembra, nos invita a subir a su arado para cavar. Alterna su “texto privado” con la extensión de su abandono. Los llanos puede llegar a horadar la interacción humana, l...

BAILAR LA VIDA

Sátántángó. Béla Tarr/Lázló Krasznahorkai. Hungría. 1994 Tarr nos muestra secuencias tan infinitas y lentas para simular la misma. Sátántangó es la ilusión casi perfecta de la pausa del tiempo: una morosidad que nos enlaza a todos en una misma red. No somos ajenos a nada. Tarr nos enseña nuestra complicidad con el destino. La falta de vulnerabilidad propia de los humanos es solo un artificio para no “mirar” alrededor. Sátántangó está construida con la óptica del detenimiento. Nada se disuelve en nuestros dedos en segundos. Todo es un proceso irreductible que se pone en marcha para no volver hacia atrás. La lluvia constante, el barro y los animales que deambulan a la deriva son artificios para crear la sensación de lo inestable, de una utópica libertad que solo sirve para envolvernos en una “madeja”, asfixiarnos en una fuga inútil, envolvernos en sobretodos húmedos y acumular botellas de alcohol vacías. Para Tarr el hombre huye porque no puede disponer de la libertad; le da miedo la com...

LA MÚSICA Y LA VOLUNTAD

Werckmeister Harmonies. Béla Tarr. Agnes Hranitzky. 2000 La obsesión de Tarr es el poder y los sometidos. Con ese tópico deambulan por un pueblo habitantes desencantados que buscan una revuelta. Todo está ligado a un espectáculo de circo que predice el destino de la insurrección: una ballena inmensa que se exhibe a las órdenes de un Príncipe que anima el espectáculo. Tarr reúne, tal como sucede en las grandes obras, hechos aparentemente inconexos, pero que luego el desarrollo de la trama los rearma para lograr lo discursivo. Las escenas son precarias; los personajes viven con lo mínimo y comen lo indispensable para mantenerse de pie en una sociedad hambrienta de líderes. La ballena cumple un indicio fundamental: es un “artefacto” para visitar; algo novedoso que atrae en un mundo sin posibilidad en una comunidad regida por lo regular y el desasosiego. La música de Werckmeister irrumpe como un esquema que se debe componer. Quizá el aviso de Tarr es la carencia desármonica que fastidia al...

COMER EL SUELO AJENO

Baco Polaco. Mauricio Kartun. Teatro Sarmiento. 2025 Nunca Eurípides pudo imaginar a Dionisio irrumpir el campo argentino y festejar su ritual de fertilidad entre el polvo y la llanura. Kartun, de la misma manera que Leopoldo Marechal se apoderó de Antígona, “revisa” Las Bacantes. La llanura, como espacio devastado por el poder, es la escena adecuada para la orgía. Las mujeres poseídas por el instinto primario de supervivencia padecen entre unas “chapas” el dominio de siempre -en el siglo V ac se lo denominó “el macho cabrío” hoy es el hombre, ese masculino que sodomiza-. Kartun aprovecha casi todo de este Eurípides moderno y tan común para todos. Los griegos no veían a los protagonistas, se contentaban con observar sus “prosopon”, sus máscaras. Los actores se escondían porque los dramaturgos al ocultarlos trasladaban sus sufrimientos a la platea. El dolor pertenecía a todos; se destruía lo singular y, paso a paso, se iba camino a lo plural. Quizá el “pathos” de Kartun en cada palabra ...

DESARMAR EL CUERPO PROPIO

La merma. María Moreno. Random House. 2025 En La merma no hay economía de lo agradable, de lo cómodo. María Moreno nos presenta y también nos involucra con su “pathos”. Si nos atenemos a esa idea debemos llegar a la conclusión de que leer su ensayo, nos lleva a la catarsis: repensar el cuerpo como incompleto, con una discapacidad lenta que ataca gran parte de la movilidad. La merma es una “capitis diminutio” de la ley. María Moreno se subleva, provoca una revuelta con la lengua, dice sin tapujos ni condicionamientos morales. María Moreno cuenta sobre su cuerpo, lo levanta de la silla de ruedas y lo hace deslizar por los pasillos del instituto de rehabilitación. Exhibe sus heridas como una liturgia de vida, de aquello que la vida le permitió hacer. María Moreno se agiganta frente a su dolor para dejar atrás una camilla, los sueros y esa asistencia monótona de los enfermeros que nunca dejan de asistir. Su sintaxis guarda el encadenamiento de los martillazos sucesivos en el papel. Nos hac...