VERME EN UN DIBUJO DE BOTERO
Aunque desborde mi silueta, siento que puedo sostenerme en cada costado. No voy a sobrepasar nunca de tamaño. No nací para ser estándard y que tengan que mirarme fijo para reconocerme. Soy heroína de mis proporciones; tengo la virtud de ser singular y de que no me pasen por alto. Ser como todas, tener la comodidad de un talle común, no es privilegio. La ropa está pensada para un tamaño vulgar; cualquiera se calza al cuerpo un vestido ajustado. El arte de vestirse consiste en provocar con lo poco común. Dejé de sorprenderme frente al espejo. Ensayé posiciones para que mi piel deje de desparramarse y sobresaliera de cualquier marco. Antes me entristecía el hecho de no encontrar lugar caber. Entendi que nadie es dueño de un espacio propio y que todos podemos caber en el hueco que queramos. Después de todo vivir es llenar los “vacíos” que nos dejan libres. Somos pura carne sujeta. Estamos oprimidos. Mi exceso tiene mucho de libertad.
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