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Mostrando entradas de noviembre, 2025

TRAGAR LA DIFERENCIA

Acerca de La digestión del saber. Ensayo de Nahuel Krauss para la Revista Pulpo.  Existe un horizonte  sugerente en el texto de Nahuel Krauss: abre posibilidades y, a su vez interroga sobre la lengua, la lectura y el habla. En primer lugar, Eurípides en Las Bacantes del siglo V ac hace referencia al ritual de devorar el cuerpo del otro. Las ménades son mujeres que en un estado “poseso” se comen al varón que se atreve a espiar la orgía. Para el mundo clásico, el festín báquico, se vinculaba con una “regeneración” de la especie. Es decir, no desaparecía un cuerpo sino que, por el contrario, alimentaba a otro con el fin de subsistir. En la lengua hay también un ejemplo clásico de fagocitación cultural. Se da, a mi entender, en El Quijote de Cervantes del siglo XVII. El Quijote “incorpora” la literatura de caballería, toda su imaginería de combates y de doncellas. Él “lee” la realidad de otro, se apropia de lo ajeno. Hace suyo aquello que nunca le va a corresponder por ser un homb...

LA VÍCTIMA EN CUESTIÓN

La gaviota. Rubén Szuchmacher. Teatro General San Martín. Antón Chéjov reproduce la mordacidad de un sector social en decadencia, actor de una crisis estética ante las nuevas “matrices” del arte. Chéjov introduce una “escena” duplicada que se encastra en la vida real. En efecto, los parlamentos de La gaviota parecen desviar la atención de los personajes sobre lo que les sucede. Ellos recitan los conflictos como si estuvieran encerrados entre bambalinas. Hablan entre ellos en forma esquiva, acuden a la literatura como salvaguarda de sus verdaderas pasiones. No son ellos, son otros los que se agitan en el encierro de una casa de campo.  En dónde queda lo humano? Quizá el hombre real es quién posterga una decisión final y fatal. A la gaviota la extermina el hombre, por puro deporte; el ser humano elige ponerse fin. Aquello que comienza y acaba tiene un “autor” como la misma obra de arte. La gaviota quizá tenga un privilegio: no poder merodear sobre su propio final. El arte también esc...