Entradas

Mostrando entradas de julio, 2025

UNA GUERRA TODAS GUERRAS.

El esquema fenicio. Wes Anderson. EE.UU. Alemania. 2025 La pregunta que uno nunca puede dejar de hacerse después de ver El esquema fenicio es si Wes Anderson calcó la realidad actual. Hay un artificio que caracteriza a  Anderson: es el “jugar” con los sucesos o crónicas  actuales para deformar, de alguna manera el dolor y el horror. Es decir, existe en Anderson un empleo hiperbólico de la batalla por el poder y del dominio financiero. De esta manera, construye personajes que son maquetas de “prontuarios” del FBI. Están distorsionados, pero como toda “deformación”, guardan un sesgo de los hombres reales. A partir de ese rasgo se los reconoce. Esos que aparecen con los brazos esposados en los medios, llevados a una condena irrisoria y poco creíble. En Anderson habla una voz irreverente, descreída que se fuga de la prisión. El único delito del que se lo puede acusar a Anderson es el poner en marcha una cadena de humanos que se parecen con crueldad a los a “verdaderos” de los diar...

MADRE HAY UNA SOLA

 Flores muertas. Natalia Villamil. Teatro Cervantes  Que las madres se separen de sus críos al parir solo alimenta la utopía de que ellas pueden asistir al crecimiento de sus hijos din dejar de ejercer tutela. Flores muertas exhibe una galería de mujeres heridas por una familia que las aparta de la vida. Quizás todas las madres despliegan una única maternidad: la posesión. Tener la “propiedad” de madre es también disponer del hijo: poder abandonarlo y luego intentar recuperarlo. Quizás la maternidad sea una especie cruel de un abandono primario y, “dejar a un lado”, sea útil para que ellas puedan hacerse camino como mujeres sin maternidad. Estas cuestiones aparecen y desaparecen en un escenario con una puerta central en la que entran y salen relatos fragmentados de una familia que se desarma. Los encuentros casuales, sin voluntad, tienden a agudizar diferencias y acentuar la distancias. Después de todo, lo cercano o lo lejano es una cuestión de cómo peleamos por ser diferentes...